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Busán: pescado, compras (y zombies) en Corea del Sur


Dos entradas en dos semanas, ¡¡que siga el ritmo!!

Como continuación a mi viaje por Japón, la visita a Busan (la segunda ciudad de Corea del Sur, al sur del país, valga la redundancia) merecía una entrada individual.

Igual a algún friki (como nosotros!) le suena de esta película.

Más que nada, para no eternizarnos con la entrada anterior.

Escapadas en pareja: la bohemia checa I

Cuando tienes hijos, los viajes en pareja se reducen de manera inversamente proporcional al número de hijos que tengas. Y si vives en el extranjero, con el pariente más cercano a miles de kilómetros, ni te cuento. Así que, uno de los tantos alicientes de que los abuelos vengan de visita (aparte de esas maletas llenas de jamón y demás delicias patrias) es, para qué engañarnos, la posibilidad de hacer una escapada de amantes con el marido. Los abuelos se libran de nosotros unos días, los niños se dejan consentir, nosotros desconectamos y hacemos turismo, y todos contentos. Hace dos años estuvimos en el Lago de Garda y el pasado, en la Bohemia Checa. Pasamos un día en Praga, y los dos restantes en sendos pueblitos de la Chequia profunda, que, vaya usté a saber por qué, nunca he mostrado aquí. Ahora que lo pienso, quizás ha sido algo inconsciente y en realidad he esperado precisamente hasta hoy para lanzarle una indirecta al marido y que vaya preparando el fin de semana romántico de 2015.

Una, que se considera una mujer viajada y con poca capacidad de sorpresa a estas alturas, se quedó boquiabierta con este pueblecito de calles estrechas y rincones románticos, al que volvería sin dudarlo en cualquier momento (entre otras cosas porque está a 327 kms de mi casa). Situado en un meandro del río Moldova e inscrito en la lista de monumentos de la UNESCO desde 1992, alberga el segundo complejo palaciego más grande de la República Checa y uno de los teatros barrocos mejor conservados del mundo. Pero yo, como siempre, me quedo con los paseos sin rumbo por sus calles, de la mano del marido, como cuando éramos novios, sin niños protestones, ni horarios, ni prisas. Aunque confieso (esto que quede entre nosotros), que echarles les echamos de menos.

Con ustedes, Český Krumlov:

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El castillo, desde fuera y desde dentro

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Las vistas desde arriba. En dos palabras... 

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Sus calles y plazas

_DSC3890-MYEDD Y la cervecita junto al río, en cualquier momento y en cualquier terraza

Nuestras recomendaciones, para comer:

Krcma Marketa: es complicado de encontrar, pero merece la pena el esfuerzo. Hay que subir al castillo y en la parte de atrás de los jardines se encuentra este pintoresco restaurante, sin electricidad, donde la cocina se hace al fuego y se come a la luz de las velas. Es como teletransportarse a la edad media, y a precios populares checos, es decir, muy barato.

Le Jardin: es el restaurante de un hotel, con un ambiente muy agradable, comida exquisita y muy buen servicio. Un sitio fino, vaya, muy recomendable para ir en pareja.

Un día en Praga

Los que me siguen en Instagram ya sabrán que allá por finales del mes de mayo (madre mía, qué lejos parece, y no hace tanto!) maridín y yo nos hicimos una escapada de amantes (que, como dice mi amiga Karla, suena mucho mejor que de novios) aprovechando que los abuelos estaban de visita. La verdad es que pensaba hablar de ese viaje en otro momento, porque el tiempo (tema recurrente en este blog), no nos fue muy propicio y como que no pegaba en pleno mes de julio publicar fotos con cielos nublados y paraguas (al menos en el hemisferio norte). Pero por otra parte aquí en Munich lleva una semana lloviendo ininterrumpidamente y yo me he planteado seriamente volver a encender la calefacción (si no lo he hecho aún es porque la esperanza es lo último que se pierde: a lo mejor mañana sale el sol!).

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El caso es que, frío o no, he pensado que mejor publico ya las fotos de Praga, que no quiero que me pase como con las de Venecia, que al final salieron casi un año después...

La idea era pasar el fin de semana en la Bohemia Checa, pero ya que estábamos, cómo no parar en Praga, aunque fuera solo una noche, para poder aprovechar para pegarnos un buen madrugón (esta vez me acompañaron) y disfrutar del puente de Carlos en exclusiva. Quienes hayan estado en Praga sabrán lo que puede ser caminar por este puente en hora punta... no tiene nada que ver. Si en cualquier sitio merece la pena madrugar, aquí, más (y eso que como estaba nublado no pudimos disfrutar del amanecer, eso ya habría sido para nota!):

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Luego empezó a llegar más gente: monjas, turistas madrugadores, e incluso un par de parejas de novios chinos que se presentaron vestidos de occidentales para hacerse fotos en el puente. Aunque ya era tarde: nosotros llegamos primero!!!

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Después de recargar pilas en un Starbucks (que era lo único abierto a esas horas), ya que estábamos subimos al castillo. A todo esto, todavía no debían ser ni las 8...

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Nos dimos una vuelta por el centro, comimos tranquilamente, nos subimos a la Torre del Reloj, nos mojamos bajo la lluvia... La verdad es que Praga no puedo hacer muchas recomendaciones, simplemente pasear por la ciudad ya es maravilloso, aunque llueva. La Torre del Reloj, el cementerio judío (esta vez no fuimos porque ya habíamos estado antes), la plaza de Wenceslao, el puente de Carlos (¡bien temprano!), sus callejuelas, el castillo... La he visto bajo el sol y bajo la lluvia, ahora solo me queda verla nevada.

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Como sólo estuvimos unas horas, no tuvimos tiempo de probar muchos restaurantes. Pero habíamos hecho los deberes y encontramos un par de sitios que se pueden recomendar. Comer en la República Checa es muy barato (al menos comparado con Alemania y con España), así que nos dimos el gustazo de buscar buenos restaurantes, un poco alejados del circuito turístico, eso sí, porque la comida checa no se caracteriza precisamente por ser exquisita y sofisticada... aunque se puede comer muy rico si se sabe buscar bien:

Restaurante Coda, Trziste 9 - 420 225 334 761 (al otro lado del Puente de Carlos): caro carísimo para lo que es Praga... pero no tanto comparado con Madrid o Munich. Nosotros tomamos el menú degustación, que no recuerdo cuanto nos costó, pero no nos pareció nada excesivo. Por desgracia el tiempo no nos permitió comer en la terraza, desde donde las vistas, dicen, son espectaculares.
Restaurante U Kroka, Vratislavova 12 - +420 775 905 022: lamentablemente llegamos demasiado tarde y la cocina estaba cerrada (ya nos habían avisado), pero las críticas eran muy buenas y las vistas prometían. Sólo lo pongo aquí por si alguien va y me quiere contar qué tal!

La ruta de los cuentos de hadas... fin del viaje

En la mañana del cuarto día los viajeros de nuestra historia amanecieron en la torre de Rapunzel. La noche anterior fueron convenientemente agasajados por sus hospitalarios anfitriones: champagne y dulces en la habitación, una cena de lujo... los más pequeños incluso disfrutaron de la película de Disney mientras sus padres descansaban se turnaban para no dejarles solos... Esto hizo que llegaran tarde a la cena, pero no importó, de nuevo el restaurante del castillo estuvo a la altura de las expectativas, y estos huéspedes disfrutaron de una cena digna de reyes...

Trendelburg