En la mañana del cuarto día los viajeros de nuestra historia amanecieron en la torre de Rapunzel. La noche anterior fueron convenientemente agasajados por sus hospitalarios anfitriones: champagne y dulces en la habitación, una cena de lujo... los más pequeños incluso disfrutaron de la película de Disney mientras sus padres
descansaban se turnaban para no dejarles solos... Esto hizo que llegaran tarde a la cena, pero no importó, de nuevo el restaurante del castillo estuvo a la altura de las expectativas, y estos huéspedes disfrutaron de una cena digna de reyes...