Bocadillo de Olivia

Estas tardes de domingo invernal son largas. Después de la paliza (voluntariamente aceptada) del esquí del sábado, el domingo algunos no estamos para muchos trotes (en realidad la única que no está para muchos trotes soy yo, los niños se apuntan a un bombardeo), con lo cual lo más apetecible suele ser quedarse en casa y no hacer gran cosa. Y yo aprovecho para hacer mi foto semanal para el que actualmente es mi grupo preferido de Flickr, 52 Momentos con Mamá... y Papá, del que ya os hablé aquí.

Tengo que confesar que, complejos aparte (¡nunca me veo bien!), el gran reto es conseguir que haya colaboración masculina. A Olivia me la tengo ganada porque es sacar el disparador remoto y volverse loca (le gusta estar al mando, jeje), pero a los chicos, (padre incluido)... a los chicos es más difícil pillarles. Mi propósito (que quede entre nosotros) es conseguir alguna foto en la que estemos los cinco (y puestos a pedir, sin caras largas).

Peeeero para hoy tenía un arma secreta... ¡¡el bocadillo de Olivia!! ¿Alguien podría resistirse? Hay que ver lo que le gusta a esta niña besuquear y ser besuqueada (en eso no ha salido precisamente a mí...):




Pero como empezaba diciendo, estas tardes de invierno se llegan a hacer largas si estás todo el día en casa. Y al final es casi inevitable que los niños terminen aburridos (porque además, en el fondo, sí están cansados del esquí!) y que una abra un poco la mano con esas cosas que normalmente no les deja hacer tan alegremente... Así que a última hora se produjo un momento "52 momentos con Papá" alternativo que no puedo por menos que enseñar aquí. Porque aunque yo soy anti-maquinitas, me hizo mucha gracia ver a los tres compartiendo vicio... (la calidad de las fotos es pésima... era de noche y no usé flash... pero una vez más, lo que vale es el momento):


(lo que no se ve -ni se oye- es a Olivia al lado diciendo "¡me toca a mí!" o más bien, "¡toca-mí!"!)

Y esto es todo por hoy. ¡Feliz semana!

De mi obsesión con la nieve y nuestras primeras clases de esquí

Este post va de nieve. Y es que, qué le vamos a hacer, estoy con el síndrome de la primera vez, así que cada vez que nieva me emociono tanto o más que los niños. Está todo taaaan bonito... Es verdad que la belleza de la nieve dura básicamente lo mismo que la nevada, es decir, en cuanto deja de nevar y pasan las máquinas quitanieves y se derrite la nieve de los árboles y las aceras están pisoteadas y los muñecos de nieve medio derretidos... deja de ser tan ideal... pero a mí me sigue gustando igualmente... y qué narices, es mi primer invierno aquí y ha nevado tan poquito que no me ha dado tiempo a aburrirme.

Total, que la semana pasada "me empapé" de nieve y mucho me temo que vosotros, después de leer este post, os vais a "jartar"!

El sábado los niños y yo tuvimos nuestra primera clase de esquí (no, Fernando no vino, alguien tenía que quedarse cuidando a Olivia... pero tranquilos, ya se lo cobrará, ya...) De ese día no hay fotos porque... me olvidé de la cámara! Pero sí me atreví a sacar el móvil un par de segundos antes de que se me congelara la mano:


Bonito, ¿verdad?

El domingo, aprovechando que hacía un día espectacular (de sol y nieve!) nos fuimos a Blomberg (al lado de Bad Tölz, que, por cierto, es un pueblo precioso, pero mejor os lo enseño otro día). Hay unas pistas increibles para lanzarse en trineo. Sólo diré que estamos buscando babysitter para poder ir sin niños... (¿algún voluntari@???) Esta vez tuvimos que quedarnos "abajo" porque la pista de verdad no era muy recomendable para ellos... 30 minutos de bajada en trineo, wow!!!!! Aún así lo pasamos de miedo (aunque la pobre Olivia no se animó... y no sería porque no lo intentamos!):


(quien encuentre a mis chicos en las fotos de la izquierda tiene premio!)

La semana transcurrió tranquila hasta que... ¡volvió a nevar! Y entonces todo se puso así de bonito:




Y al anochecer se veía más o menos esto desde la cocina (juro que estaba anocheciendo, cosas del Photoshop y el balance de blancos...):


Finalmente (en lo que respecta a la semana pasada) el sábado volvimos a tener clase de esquí. El tiempo estaba regular -no paró de nevar- y a los niños ni les vi, pero me había llevado la compacta y pude sacar alguna foto para el recuerdo:


Ese día, además, bajé mi primera "montaña" (aunque mi estilo es "manifiestamente mejorable", todo llegará!!!)

Lo dicho... feliz semana!!

En la cocina... con Olivia (y un nuevo proyecto fotográfico)

Después de unas semanitas de vacaciones (mejor no rememorarlas, que me entra la morriña... y es que la vuelta es dura!) retomo el blog con energías renovadas! Y sobre todo, con muchas ganas: he vuelto con "mono" (sí, ¡en serio!)

Empiezo el año, además, con un proyecto muy especial, idea de mis flickramigas Carol y Rosa: somos muchas las mamis "afotadoras"... que nos dedicamos a inmortalizar la vida de nuestros retoños para la posteridad... pero siempre desde detrás de la cámara. ¡¡Y eso no puede ser!! Tenemos que salir en la foto alguna vez, que dentro de unos años nos alegraremos y, sobre todo, se alegrarán ellos. Así que han creado un grupo en Flickr, 52 momentos con Mamá... y Papá, con la idea de animarnos un@s a otr@s (somos casi todas mamis, aunque los papis también son bienvenidos) a hacernos al menos una foto a la semana durante un año con nuestros peques (o con alguno de ellos). Yo lo de hacerme una foto a la semana con los tres juntos lo veo bastante imposible, pero por separado, ¿por qué no intentarlo? (Este rollo lo cuento aquí porque así, si me entran ganas de rajarme, como ya lo he anunciado a los cuatro vientos me lo pensaré dos veces). Y también por si alguien más se anima.

La primera semana subí esta foto (cuando tenga unas cuantas las publicaré aquí todas juntas), pero para esta semana me lo he currado un poquito más y... (tatatachannnn -redoble de tambores-) Olivia y yo nos hemos hecho una sesión cocinando. Obviamente son fotos "caseras", en la cocina, con enchufes en la pared, trastos por detrás, trípodes improvisados... en fin, naturalidad ante todo: lo que importa es el momento.

Olivia tomó el mando -literalmente- desde el principio:


Me ayudó a mezclar los ingredientes y se puso perdida...


...Probó la masa... (hicimos roscón de reyes y ya que estábamos, muffins de chocolate)...



...Me la dio a probar a mí... (siempre con el mando en la mano)...


...Nos hicimos unos mimitos (mi niña es muuuy cariñosa)...


...Y el resultado final fue éste:

Chocolate muffin

Claro que por la tarde pasó esto:

Olivia y su muffin

Y a día de hoy no quedan ni las migas. El roscón salió rico rico también, aunque duró aún menos (entre otras cosas porque F se lo llevó a la oficina!).

En fin, como véis, "año nuevo... fuera complejos". Creo que me veréis más seguido por aquí! Mientras tanto, ¡¡Feliz semana!!