Los alemanes son un pueblo austero y práctico. Pueden tener casas más o menos grandes y más o menos bonitas, pero en general, por lo que yo he visto, no son de gastarse mucho dinero en decoración o en reformas. (Salvo que en lo que respecta al jardín o que estemos en Navidad. Ahí cambia la cosa.) Sin embargo, el coche es otro tema. Igual que hay españoles que tienen una casita en la playa o en el campo como segunda vivienda, hay alemanes que tienen coche de invierno y... coche de verano. Lo que no se gastan en la casa, se lo gastan en el coche (o en las vacaciones, que viene a ser lo mismo).

En Baviera cualquier excusa es buena para montar una fiesta en honor a la bebida patria (i.e. la cerveza), así que, ¿por qué no celebrar la llegada de la primavera? Durante la segunda quincena de abril se celebra en Munich (y supongo que en otras ciudades) la Frühlingsfest o "Fiesta de la Primavera", que viene a ser la hermana pequeña de la Oktoberfest. Y como tal se celebra en el mismo sitio (el Theresienwiese) y se hace prácticamente lo mismo: beber cerveza. Ocupa la mitad, eso sí, y no atrae, creo yo, tanto turismo, con lo cual se puede pasear tranquilamente, incluso aunque vayas en fin de semana (como nosotros) y haga un sol de justicia y 30 grados a la sombra.

Las atracciones son las mismas...






Ellas y ellos sacan sus mejores galas (Dirndl ellas y Lederhosen ellos)...


Hay un par de carpas (en este caso, la de Augustiner)... donde la fauna autóctona comparte afición con el turisteo mientras de fondo la banda toca música típica (y donde yo me atreví con los robados...)






Se come comida típica...



Abundan las despedidas de soltero...


En definitiva: diversión para grandes y pequeños!!!


(otro día os cuento lo del 1 de mayo, aunque a este paso estoy pensando que casi mejor lo dejo para el año que viene!)