Kids were here (los niños pasaron por aquí)

Los que tienen niños saben lo desesperante que llega a ser su desorden... Salvo honrosas excepciones, creo que  "niños" y "orden" son dos palabras que difícilmente pueden ir una detrás de la otra en la misma frase. Reflexiones metafísicas al margen, digamos que en mi casa, excepto si hay visita (y a veces, ni entonces) raro es el día que no hay miles de juguetes desperdigados por el salón y demás habitaciones de la casa... y también lápices, papeles a medio pintar, ropa tirada por cualquier lado.... Con tres niños yo ya no sé lo que es vivir en una casa ordenada (¿alguna vez lo supe?). De vez en cuando exploto, pego dos o tres gritos (o si no los pega F, que impone más que yo), y entonces se ponen las pilas, recogen todo como pueden... y durante un ratito podemos disfrutar de la ilusión creer que vivimos en una casa sin trastos.

Hasta que un día, hace poco, en el foro privado que compartimos en Litel Pipol, Rebeca propuso hacer un "Kids were here" al estilo de algunos blogs americanos: se trata de hacer fotos que evidencien que "los niños pasaron por aquí"... pero sin niños. Yo ya conocía la idea, pero la verdad, no me atraía lo más mínimo, ¿fotos de juguetes tirados por el suelo? ¿a quién le interesa eso? así que mi respuesta fue, "lo intentaré, pero no prometo nada!". El caso es que al día siguiente me encontré con esta escena nada al volver de llevar a los niños al cole:

Unfinished breakfast

Los restos de un desayuno. Saqué la cámara, hice un par de fotos y en ese momento me di cuenta de que estas imágenes en realidad cuentan muchas historias. De que, cuando las veamos dentro de unos años, seguramente sonreiremos, las comentaremos e incluso nos entrará la nostalgia de cuando los niños eran niños... Así que ahora veo el desorden con otros ojos (hay que ver lo que llegamos a hacer en nombre de la fotografía!), hasta el punto de que voy a hacer una sección en mi blog, que publicaré a final de cada mes. Y como no soy la única loca, también habrá una sección mensual en Litel Pipol llamada "Kids were here".

Bienvenidos, pues, al caos de junio!

Horquillas, libros, dibujos, incluso un foulard, encima de una mesa...

De todo un poco

Cosas tiradas por el suelo (del salón!)...

On the floor

El "equipaje" de Olivia, también en el salón...

Olivia was here

Cualquier mañana... Ahora que lo pienso, raroraroraro que la pasta de dientes esté tapada...

Kids were here: washing our teeth

El estado habitual del dormitorio de los chicos... (sin comentarios).

Kids were here: the bedroom

La consola

La mochila de R en la puerta de la cocina, su sitio habitual fuera del horario escolar...

La mochila

La cama de O...

The bed

Curiosamente, desde que empecé a hacer fotos del caos infantil, no sé, lo veo todo de otra manera, incluso me parece que la casa no está tan desordenada... (si ellos supieran...!)

Aquí las fotos de junio de Litel Pipol.

¡¡¡Feliz semana!!!


Ahora sí: Treviso. Una microentrada.

¿Sabéis cuando sales de viaje y quieres verlo todo, absolutamente todo? Pues eso nos pasó en Italia esta última vez. Bueno, en realidad a mí me pasa siempre. Siempre me faltan días, horas, una mañana, siempre queda algo que ver y siempre piensas "la próxima vez". Por eso en cuanto empezaron a caer las primeras gotas en Padua, decidimos poner tierra de por medio y salir pitando hacia Treviso. Que yo, si no voy, reviento.

La verdad es que de Treviso, (a unos 30 kms al norte de Venecia) tengo poco que contar, porque estuvimos el tiempo justo como para poder poner esa chincheta en el mapa y decir "yo estuve aquí". Pero lo poco que vimos nos gustó y por eso lo cuento aquí.

Lo primero, un café y una coca cola para levantar los ánimos...

Italian coffee :)

Y luego un paseo por las callejuelas estrechas de esta pequeña joya...

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La Piazza del Duomo...

Treviso: il Duomo

Me llamaron la atención la cantidad de tiendas que había, viviendo en un pueblo alemán pequeño hay ciertas cosas que se echan de menos...! Pero nuestro gozo en un pozo: pronto empezó a llover y tuvimos que poner pies en polvorosa...

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On the road

El primer día de nuestro viaje, en la playa, aquí.
Padua, aquí:
Y Venecia, aquí.   

Padua y Treviso (Italia): quien mucho abarca...

Esto empieza a parecerse más a una guía de Italia que a un blog personal, jajaja!! La verdad es que no viajamos tanto como parece (¡ya me gustaría a mí!) pero cuando lo hacemos, lo aprovechamos a tope.

En la entrada anterior nos habíamos quedado en la playa. Huyendo de la lluvia y del mal tiempo. Después del correspondiente paseo, con el correspondiente helado y las correspondientes fotos (razón  aquí) nos preparamos para visitar Venecia al día siguiente.

Desde que llegamos a Munich, Venecia era uno de los sitios que más nos apetecía ver con los niños, pero no en medio de la lluvia, así que cuando nos levantamos y vimos que la previsión para ese día era de... nubes negras, lluvia y algún que otro rayo, rápidamente pasamos al Plan B, es decir, buscamos otro destino. El sitio más cercano que cumplía todos nuestros requisitos -a saber: sol, o en su defecto, ausencia de lluvia, no más de hora y media en coche, turísticamente interesante...- resultó ser Padua (Padova en italiano), que queda a unos 40 km de Venecia y es conocida, sobre todo, por la basílica de San Antonio de Padua y por su Universidad.

Lo cierto es que nos costó encontrarle el punto. Al principio anduvimos callejeando bastante despistados, niños de morros, adultos pensando "pues vaya... no está mal, peeeero...."

Padua

Padua

Padua

20130530_Padua_2

Padua

... hasta que encontramos, por fin, LA plaza. Prato della Valle, la plaza más grande de Italia, ¡ahí es nada!. Creo que las fotos hablan por sí solas... (y es que, además, el día estaba perfecto para hacer fotos!).

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Sólo esta plaza merece la visita a la ciudad, es monumental, espectacular, preciosa. Quizás porque además no nos la esperábamos y prácticamente la encontramos de casualidad.

También merece una visita la Basílica de San Antonio (de Padua), donde cayó el primer helado de muchos...

Yummy!

Souvenirs

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Dolci

Nos quedó, como siempre, mucho por ver. Es más, nos fuimos con la sensación de que sólo habíamos visto más que la punta del iceberg. Pero otra vez será, los niños mandan y aunque los nuestros se fueron viniendo arriba a medida que pasaban las horas y terminaron dándolo todo... no es cuestión de abusar, que era solo el primer dia.

Además, queríamos aprovechar para visitar Treviso, que nos pillaba de camino "a casa" y es que aunque es verdad que "quien mucho abarca, poco aprieta" (de ahí el título de la entrada de hoy), nunca se sabe cuando tendremos oportunidad de volver. Y, todo hay que decirlo... en Padua amenazaba con llover!

Lo de Treviso sí que fue una visita relámpago, un visto y no visto, vamos, una mera toma de contacto, pero nos alegramos (al menos yo) de haberlo visto. Pensaba contarlo aquí, pero creo que mejor lo dejo para la próxima entrada, que será cortita, una microentrada... pero llegará pronto, I promise!

Aquí está el resto del viaje:
El primer día, desembarcando en la playa, aquí.
Treviso, aquí.
Y Venecia, aquí.   

Un paseo por la playa: volvemos a cruzar los Alpes

En vista de la deliciosa y "merecida" primavera que estamos disfrutando (inundaciones en media Baviera, temperaturas cuasi invernales, calefacción encendida hasta el mes de junio...) y de las dos semanas de vacaciones de Pfingsten (Pentecostés. Por aquello de mitigar un poco el hecho de que los niños tengan colegio hasta el 31 de julio inclusive... Sin comentarios...) decidimos poner tierra de por medio una vez más y escaparnos -ahora sí, la familia al completo- al otro lado de los Alpes. Es decir, a Italia, en búsqueda de algún rayo de sol, a ver si de una vez por todas empezamos a coger color...

La idea era ver Venecia con los niños y aprovechar para hacer turismo por los alrededores. Ilusos de nosotros, elegimos a propósito unos apartamentos a pie de playa, pero nos salió mal la jugada y aunque íbamos perfectamente equipados para disfrutar del mar y la piscina, la ilusión sólo nos duró una tarde... El tiempo no tardó en estropearse también por esa parte y tuvimos que cambiar de planes para evitar los chaparrones. Pero sí, ver, vimos Venecia. Con sol y sin lluvia. Y mucho más, con ayuda de las nuevas tecnologías, claro. Nos hicimos más kilómetros de lo previsto, pero como siempre, mereció la pena. En otra entrada os lo enseñaré, hoy toca un paseo por la playa, con su flora, su fauna, sus nubes negras y su sobredosis de niños, ya que han escaseado en las últimas entradas ;)



La playa





(Olivia me gusta hasta cuando posa)






No son las playas de Cádiz, pero no están nada mal, ¿no?

Segundo día: Padua y Treviso
Tercer día: Bolonia
Cuarto día: Venecia

"And last, but not least", que dirían los ingleses, sí, he cambiado el diseño del blog, yupiii!. Estaba harta del fondo de hojas y las fotos de la cabecera se habían quedado desfasadas. Lo mejor es que lo he hecho todo yo sola, con la ayuda de Meisi y sus cursos. Gracias a ella le he perdido el miedo al css y me he enganchado aún más a esto del diseño. Es más, ya estoy pensando en el próximo cambio de imagen del blog!


Litel Pipol, una foto a la semana

Hoy tengo el grandísimo placer de presentar un nuevo proyecto en el que me he embarcado: Litel Pipol, un blog en el que semanalmente, 26 mamás y un papá, nos reuniremos para presentar una foto de nuestros hijos.

Hay de todo: fotógrafos amateurs, profesionales, gente que lo hace por hobby... pero a todos nos unen dos pasiones (y quizás alguna más!): nuestros hijos y la fotografía.

Llevamos varias semanas trabajando "entre bambalinas" y finalmente arrancamos hace dos días. Querría haber hecho una entrada el mismo miércoles, pero me faltó tiempo, aunque casi mejor, porque hoy puedo decir que en sólo dos días ya tenemos casi 1.100 seguidores en Facebook, todo un logro!

Os invito a visitar tanto el blog, donde encontraréis las fotos de la primera semana y los enlaces a la página personal de cada uno de nosotros, como la página de Facebook, y, si queréis, darle a Me gusta. Como dijo la grandísima  Carmen H (compañera y amiga!), Litel Pipol son momentos grandes de gente pequeña.

Y aquí os dejo con mi primera aportación al proyecto:


Feliz fin de semana!