El viaje fue bien, aunque Olivia nos hizo pasar auténtica vergüenza con sus chillidos. En un momento dado decidió que tenía que bajarse del asiento peeero resulta que el avión ya estaba preparado para aterrizar y había que atarse el cinturón... y hasta que no llegó un azafato con unas galletas no se calló.
Aquí os dejo un resumen de nuestro viaje.
By guisatus at 2011-08-30