Después de disfrutar de un copioso desayuno en la acogedora posada, y de charlar un rato con el posadero, se dispusieron a explorar sus callejuelas de cuento... Aviso: si tenéis que hacer algo, dejadlo para luego. Poneos cómodos, tomaos un café si eso, y tened paciencia, porque vienen muchas, pero muchas fotos...