Nada más entrar te reciben los flamencos (por un momento fue como estar en Africa. El olor acompañaba. Ejem...):
Luego están los gorilas. De esto no hay fotos porque en lugar de estar enjaulados estaban "encristalados", es decir, no había rejas, había cristal, así que se les veía desde muy muy cerca. Pero era como la pescadería, había que pasar a codazos para poder ver algo, así que como para sacar la cámara... Tengo que decir que me impresionó verlos tan de cerca, son muy tiernos. Estuvimos un buen rato mirando a un cachorro chinchar a su hermano mayor, en el fondo son muy parecidos a nosotros!
También hay jirafas, tigres (lástima, mi animal preferido, ¡¡¡¡¡estaba dormido!!!!!), elefantes... bueno, lo típico. De eso no hice apenas fotos, pero sí de algunos bichos que me parecieron curiosos y también de momentos bonitos entre los hermanos:
(aquí es cuando Fernando me dice que para qué hago estas fotos. Y para qué las subo. Pero es que me gustaron esas jaulitas retro!)
Pero lo mejor del zoo es que, como decía, es interactivo. Por ejemplo, por 1€ (si no recuerdo mal, igual eran 50 céntimos o menos) puedes comprar un puñado de pienso y dar de comer a las cabras:
(parece que a Rodrigo le dio un poco de asquito)
Y como es un zoo interactivo, tenía su propio... autoservicio de pollitos!! Un cesto lleno de pollitos pía que te pía... por suerte para mí (y para otra que yo me sé) eran sólo de préstamo, no se podían llevar a casa:
Los niños se lo pasaron en grande y cuando terminamos de ver a todos los bichos hubo que volver a coger más pollitos. Todavía me preguntan que por qué no pudieron traerse uno a casa!!