El caso es que, hace un par de fines de semana, le tocó el turno a Regensburg (Ratisbona en español), donde llegamos muy bien acompañados... En nuestra línea, no preparamos el viaje, lo teníamos en la lista de "sitios que visitar" y poco más. Ni si quiera sabíamos que el Danubio pasa por allí!!! Ni que es Patrimonio de la Humanidad desde 2006. Ratisbona es una preciosa ciudad medieval con un casco antiguo delicioso, su propia catedral y lo mejor, unas vistas de morirse desde el Danubio.
En el puente intentamos foto de familia, pero entre que uno no se quería poner (manías que tienen, oye), que la otra salía con los ojos cerrados... fue imposible, un desastre, vaya.
Los niños por supuesto, con su patinete (insisto: ¡¡¡genial invento!!!) y aunque se quejaron repetidamente (ejem...) del suelo empedrado, tuvieron incluso tiempo de tomarse un heladito al volante:
Después de comer incluso nos dio tiempo a hacer un poco el ganso con las hojas:
Y hasta me dejaron bajar al río a hacer "la" foto sin protestar (¡menos mal que estaban los abuelos!):
En el próximo post, la segunda parte de la segunda visita... con foto de familia incluida (alguien tenía que hacer la foto, así que, por las dudas, ya adelanto que YO no salgo!!)