Los fines de semana hacían excursiones para conocer los alrededores de su nuevo país, pero casi siempre se quedaban en Baviera, que era donde vivían. Así que un día decidieron que era hora de ampliar fronteras y correr aventuras: hicieron las maletas y se embarcaron en un viaje mágico donde los haya, la Ruta de los Cuentos de Hadas, un camino sorprendentemente poco conocido, que recorre todos los pueblos donde nacieron, vivieron y se inspiraron los hermanos Grimm.
Su primera parada fue Steinau, ciudad donde los Grimm pasaron su infancia. Se pasearon por sus casitas medievales, visitaron el primero de varios castillos de cuento (como no podía ser de otra manera), la casa donde los Grimm pasaron su juventud (hoy convertida en museo) e incluso tuvieron tiempo de ver una representación de La Cenicienta en su pequeño teatro de marionetas.