Tras un inesperado cambio de planes, este domingo nos encontramos con que, no sólo hacía buen día, sino que no teníamos nada que hacer... El sábado nos habíamos acostado bastante tarde. Fuimos celebrar el solsticio de verano a Ehrwald (Austria), que en realidad estaba previsto para la semana pasada.
Por suerte para nosotros, (el sábado pasado no habríamos podido ir), lo tuvieron que retrasar una semana por la lluvia. Según salíamos de casa, a eso de las 18h, empezó a llover. Por el camino, lo que al principio eran unas gotas, se convirtieron en un aguacero. Y mientras, nosotros nos preguntábamos si merecería la pena hacerse 100 kms para ver unas fogatas bajo la lluvia. Debíamos tener ganas de aventura, así que hicimos nuestra la frase de "ya puestos..." y seguimos adelante.
Y vaya si mereció la pena. Después de comernos una salchicha en una carpa que a ratos parecía que iba a salir volando, a eso de las 22h salimos fuera con todo el mundo y vimos como empezaban a arder casi 8.000 hogueras en el Zugspitze -la montaña más alta de Alemania- y en el resto de montañas del valle, formando figuras como corazones, ángeles, animales... No me extraña que en el 2010 la Unesco los declarase patrimonio cultural nacional. No iba a poner fotos, porque no hacen honor a la realidad... pero "ya puestos..." Aunque hay que verlo in situ. Y me imagino que si el tiempo acompaña, la experiencia debe ser aún más impresionante. Si podemos, volveremos el año que viene. Gracias, Markus y Susanne por pensar en nosotros!
Pero a lo que íbamos, después de la aventura de la noche anterior, el domingo nos levantamos
Tuvimos tanta puntería que a pesar de tomárnoslo con calma, llegamos justo cuando empezaba el Grosser Historischer Festzug, o sea, un gran desfile histórico. Según el folleto que encontré en internet, participan más de 2.500 personas. El resto del pueblo hace de público, pero todos van vestidos para la ocasión (o sea, disfrazados de medievales, pero no con cualquier cosa, no, unos disfraces muy auténticos). Olivia suspiró varias veces con los trajes de las mujeres y a mí me entraba calor solo de mirarles, pero la verdad es que fue de lo más pintoresco y original. También había turistas, pero los menos. Te sentías un poco como se debe sentir la gente que va sin Trachten al Oktoberfest o en vaqueros a la feria de Sevilla: un pelín fuera de lugar.
No cunda el pánico, que a partir de ahora solo hay fotos
Por todo el pueblo había como campamentos medievales, con comida, bebida, algunos con actividades gratuitas para los niños, puestos de ropa, bisutería, músicos "callejeros"...
Los niños hicieron su propio papel
Los más valientes podían tomar Hexen Elixir (elixir de bruja)
El campamento de la torre del maleficio. Ahí queda eso, quien vuelva para contarlo está invitado a una cerveza ;)
En definitiva, cada vez improvisamos mejor. El fin de semana nos salió redondo. Y me he dado mucha prisa en publicar esta entrada porque los fastos duran hasta el domingo 5 de julio, desfile incluido (el domingo 5 a partir de las 14h otra vez), y verdaderamente es algo digno de verse, sobre todo teniendo en cuenta que hasta el 2018 no lo volverán a repetir... Así que, si alguien se anima, que me lo cuente después en los comentarios.
¡Feliz semana!
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