ese sábado cogéis un avión y os plantáis en Madrid
y un par de días después en alguna playa de Cádiz (en nuestro caso, concretamente, el Puerto de Santa María)...
... corres el riesgo de que te pase lo que me ha pasado a mí este verano: que llegues con jet lag, aunque la hora sea la misma en los dos sitios. Sin exagerar ni una pizca. Y es que la hora puede ser la misma, pero los horarios, ay amigos, los horarios no tienen nada que ver. Y para muestra, un botón (todo es estrictamente cierto y basado en hechos reales):
En Munich, (durante el curso) te levantabas a las 6:30...
... en el Puerto (en agosto), a una hora indeterminada que nunca es antes de las 9h.
En Munich, el Lidl abre a las 7am...
... en el Puerto cierra a las 11pm.
En Munich, si tienes una avería en, digamos, la caldera, el fontanero te cita a las 8h, se presenta a las 7.50 y espera en su coche hasta que sea la hora en punto.
... en el Puerto nunca antes de las 10h (o las 11h, si es que viene!) Pero luego es mucho más simpático, y ya que está, te revisa el calentador y la lavadora.
En Munich las tiendas cierran de 12 a 14h para comer...
... En el Puerto cierran de 15h a 18h. O a las 14h y ya no vuelven a abrir hasta el día siguiente (durante todo el año).
En Munich comes entre las 12h y las 13h... (hay quien come a las 11:30)
... en el Puerto hemos llegado a comer fuera de casa a las 17h (pero, eso sí, por razones ajenas a nuestra voluntad y que no procede comentar aquí).
En Munich a las 19h te estás sentando a cenar (o algo más tarde si eres español. Si eres alemán, un poco antes)...
... en el Puerto te estás levantando de la siesta.
En Munich a las 21h están los niños acostados y en la tele hace rato que empezó el prime time.
... en el Puerto estás en la playa, disfrutando de la puesta de sol, y todavía te queda hora y pico para sentarte a cenar.
En Munich hay restaurantes donde la cocina se cierra a las 20.30h...
... en el Puerto a la 1h (am, o sea, de la madrugada) te dan de cenar en muchos sitios, con una sonrisa en la boca y sin mirarte raro.
En Starnberg (que no en Munich) a las 21h no hay un alma...
... en el Puerto hay hordas de gente y no hay quien encuentre sitio para aparcar.
Así que no quiero ni pensar como será cuando volvamos a casa, con jet lag inverso, depresión post vacaciones y clima alemán. Tendremos que consolarnos pensando en el próximo viaje y comparando el moreno de Cádiz con el de Munich (donde este verano al parecer, el sol ha brillado por su ausencia). En fin, ¡que nos quiten lo bailao!
