La magia de Internet

Como decirlo... me encanta Internet. ¡Estoy enganchada! Y muy especialmente las redes sociales. Gracias a Facebook, Flickr e incluso Linkedin...

- Mantengo el contacto con familia y amigos que están lejos (aunque la que está lejos soy yo!),
- Me he reencontrado con amigos de la infancia y he retomado amistades del pasado (algunas más intensamente que hace unos años!),
- He redescubierto gente muy interesante que en su día me pasó desapercibida,
- Y he hecho nuevas amiguitas... que es de lo que vengo a hablar hoy.

Hace casi tres años nacía Photographic Project, un proyecto formado por 20 mujeres de todo el mundo con un nexo común: la fotografía. Cada mes elegimos un tema y cada día publicamos una foto según la temática elegida. Pero lo bonito es que, más allá de las fotos que publicamos diariamente, hemos creado un clima de amistad que, de vez en cuando, traspasa la pantalla. Por ejemplo, en Navidad, cuando organizamos un amigo invisible y nos mandamos regalitos.


Este año mi amiga invisible fue Montse, a la que tuve la suerte de conocer en persona hará un par de años en su tierra, Asturias. Porque, como iba diciendo, a veces estas amistades "virtuales" traspasan la pantalla... (somos unas cuantas ya las que nos hemos puesto cara y voz) y es ahí cuando constatas que. además de un hobby, compartes muchas más cosas (como, por otra parte, ya intuías). Guardo un gran recuerdo de aquella tarde en compañía de Montse y Ángel, su marido y espero algún día no muy lejano volver a repetirlo.



Montse, además de ser una bellísima persona, de esas que tienen "aura", es una gran fotógrafa y además hace maravillas en patchwork. Una felicitación hecha a mano que escondía un calendario maravilloso con sus fotos, y un cuadro de patchwork hecho por ella, todo eso me ha enviado. Os invito a visitar su blog para que la conozcáis un poquito mejor.

¡GRACIAS MONTSE!


Y como no creo que me de tiempo a pasar por aquí antes del día 24...

¡Despierta!

Ayer -el domingo- madrugué. Pero mucho, mucho (para ser yo y para ser domingo). Llevaba tiempo (básicamente desde que aterricé en Munich) queriendo acercarme al lago al amanecer para sacar fotos, pero siempre me vencía la pereza (o más bien el sueño).

Hasta que hace unas semanas, Alvaro Sanz (que a mí no me conoce de nada, pero yo sí a él, mataría por me encantaría poder asistir a uno de sus cursos!) convocó a media España y parte del extranjero a salir a fotografiar el amanecer. Yo no tuve claro hasta el último momento si salir o no... es verdad que estos días amanece relativamente tarde (sobre las 7h, mientras que en verano a las 5h ya es de día!) pero empieza a hacer un frío que pela y en la cama se está muy agustito... Como os podéis imaginar, en la cama no me quedé (si no no habría entrada). Aquí os dejo el resultado:


(esas manchitas son patos durmiendo).




Y la vista desde mi ventana al llegar a casa:


Experiencia genial salir al amanecer, si es cámara en mano, más. Llegué a casa llena de energía y ganas de hacer cosas. Repetiré, seguro!

PD. Amaneció un día maravilloso, con sol y cielo azul... unas horas después empezó a nevar, y nevar... y nevar...!! Y ahí seguimos, con más nieve que en Siberia y máximas de -7ºC para dentro de un par de días. Ay!

Primer fin de semana de adviento: de mercadillos y visitas sorpresa

Como muchos de vosotros sabéis, la semana pasada fue mi cumpleaños, y mis padres, compinchados con Gonzalo, decidieron darme la sorpresa de presentarse en Munich para celebrarlo conmigo. Mejor regalo, imposible, porque además mi padre y yo cumplimos los años el mismo día, así que han sido muy pocos los años que no lo hemos celebrado juntos (me salen 3 contando el año pasado). ¡¡¡¡Felicidades Papi!!!!

Gonzalo llevaba semanas avisándome de que este año mi regalo iba a ser muy especial pero el tío guardó el secreto hasta unos pocos días antes (lo justo como para darme tiempo a adecentar un poco todo esto, jajaja!) ;)

Después de la primavera...

(de la primavera de la anterior entrada, quiero decir)... llegó el invierno!! Y sí, justo una semana después de ver niños bañándose en el Chiemsee, amanecimos tal que así:



¿Y qué hicimos? Pues lo que habría hecho cualquiera en nuestro caso... nos pusimos los schneehose, que dicen por aquí (pantalones de nieve), guantes, gorros, bufandas... y nos fuimos a trinear un rato.






Esta vez incluso Olivia se animó ("¡no sin mi Papi!!")


No fuimos los únicos pero sí los primeros. Cuando nos cansamos aquello empezó a llenarse de gente. Pero para entonces la nieve ya no era virgen!!

Cerramos octubre con nieve, pero noviembre nos trajo días primaverales, otoñales y también alguno invernal. Eso sí, veraniego ninguno. Si algo he aprendido este año es que por estas latitudes más vale estar prevenido para todo: puede llover un día y al día siguiente hacer un sol radiante, y viceversa. Puede granizar en julio y hacer un sol de justicia en diciembre. Puedes bañarte en la piscina hoy y mañana irte a esquiar (bueeeno, vale, dentro de una semana). Incluso hay cambios de estación dentro de un mismo día: en determinados momentos del año más vale salir con abrigo, paraguas y crema solar, por lo que pueda pasar (o caer!) Dicen que lo peor de vivir en Alemania es el tiempo, pero yo lo que creo es que -al menos en esta zona- precisamente el tiempo si algo no es, es aburrido!

¡Que tengáis un buen fin de semana!

Los palacios del rey loco

Hace unas semanas, en el que probablemente fue el fin de semana más primaveral del otoño (sí, primaveral, había gente bañándose al aire libre!) aprovechamos para darnos una vuelta por el lago más grande de la zona, el Chiemsee. (¡Será por lagos!)

Es tan grande que le llaman "el mar de Baviera" (80 m2 de lago, total nada!), y, como no podía ser de otra manera, en la Herreninsel o "Isla de los Caballeros" (la más grande de sus tres islas), Ludwig II, el famoso "rey loco", decidió hacerse un palacete (hay que ver lo que le debe Baviera a este hombre!). Al parecer se quedó prendado del Palacio de Versalles y quiso construir una réplica que superase a todos los palacios existentes hasta el momento (finales del s. XIX). El caso es que debido a la repentina muerte del rey (mira por donde, ahogado en extrañas circunstancias en el lago Starnberg a la altura de Berg, a unos 15 minutos en coche desde casa), el palacio nunca se llegó a terminar y nuestro querido amigo sólo pasó 10 días y 9 noches en él.



El otoño en Munich

El otoño es mi estación preferida. En realidad para mí todas tienen su encanto, (incluso el invierno, rara que es una) y de hecho me encantan los cambios de estación, pero el otoño (y más concretamente octubre), es la que más me gusta. Me encanta ver como los árboles van cambiando de color, pisar las hojas secas, comer castañas asadas, encender la chimenea (¡¡¡sí!!!), inaugurar la temporada de jerseys, chocolate caliente y bizcochos caseros, sacar los edredones (aunque tengo que decir que este año no los hemos llegado a quitar, el verano alemán no mola tanto y por las noche sigues haciendo frío!)... Y además aquí el otoño es si cabe más bonito, porque vivimos rodeados de bosques, así que mires donde mires hay colorines por todas partes.

El caso es que normalmente septiembre me pilla con el pie cambiado, pero para octubre suelo estar al 100%. Excepto este año. Las vacaciones se alargaron hasta mediados de septiembre, así que para mí el mes (y el año, yo voy con el calendario escolar) empezó el día 12 y... bueno, me adelantó como te adelantan aquí los Ferraris en la autopista, que ni los ves... Así que aterricé en Octubre un poco aturdida y me temo me va a terminar adelantando por la derecha (o sea, de malas maneras!!). A este paso me planto en navidades sin enterarme... así que antes de que llegue el invierno (que aquí empieza pasado mañana: el sábado anuncian nieve!!) os dejo con un trocito de mi precioso otoño alemán y con la promesa de volver la semana que viene (o la siguiente!) con más fotos otoñales... (aunque nieve el sábado. Todavía tengo otoño que enseñar!)



(esto es al final de nuestro jardín)

(y esto también)

(y esto es lo que se ve ahora mismo desde mi cocina).




Y un pequeño adelanto de la próxima entrada:


(esto se va convirtiendo en tradición otoñal!)

Feliz fin de semana!

Un breve resumen

Seis semanas de vacaciones (cinco de ellas en España) son difíciles de condensar en una sola entrada, máxime si, como es el caso, hay pocas fotos (yo, cuando me relajo, me relajo). Además, estamos más en otoño que en verano (sobre todo aquí!) y como me enrolle mucho estas fotos y esta historia van a estar un tanto fuera de lugar...!

En Baviera el calendario escolar tiene tirando a nada que ver con el español (ni con el del resto de Alemania, aquí la cosa va por regiones). Salvo algunas fiestas concretas, tipo el día de Reyes o Todos los santos (son católicos, como nosotros), coincidimos poco. En general son más de distribuir las semanas de vacaciones a lo largo de todo el año, en lugar de acumular tres meses de golpe en verano. Por eso en junio los niños tuvieron dos semanas de vacaciones que nos pillaron con el pie cambiado (no nos las esperábamos, es más, yo diría que ni los de aquí se enteran!) pero a cambio el colegio no terminó hasta el 31 de julio. Y empezó de nuevo el 13 de septiembre (aunque esa es otra historia). El caso es que el mes de julio se nos hizo eterno y de ahí que esté ahora hablando de esto y no a finales de agosto...

Aquí la foto del antes (esas melenas fueron oportunamente cortadas al llegar a Madrid):


Y aquí las fotos del después, en lo que viene a ser un breve resumen -un poco deslabazado- de nuestro verano...

... En el que hubo muchos momentos de complicidad entre las primas...



... de amor Olivia entre y su papá...



... paseos románticos familiares por la playa (no fuera a ser que nos perdiéramos):


También hubo algún que otro susto con el pequeño de la casa...


(ese siete que tiene en la frente -que más bien parece un cuatro- es uno de tantos... las cicatrices empiezan a ser parte de su "yo" más auténtico y por eso no la he photoshopeado...)

Nacieron nuevas (e inesperadas) amistades...

Pelayo y Rodrigo

Y poco más, porque en esas semanas de playa y relax (madre mía que lejos quedan ya!!!) los mayores (unos más que otros) nos dedicamos básicamente a dormir, comer y vuelta a dormir, todo ello intercalado con ocasionales bajadas a la playa o a la piscina...

Feliz fin de semana, que el viernes ya está aquí!!

Primer aniversario ♥

Madre mía, hoy hace un año que empecé a escribir el blog, ¡¡¡un año!!! Como pasa el tiempo!!! El balance no puede ser mejor y no quiero dejar de agradecer las visitas, comentarios y correos. Gracias!

Sólo hay un pero y es que estamos a 23 de agosto y es una fecha malísima para celebrar aniversarios, con tanta gente de vacaciones (este año yo incluida!), así que os dejo con unas fotos de Starnberg en verano (en julio, para ser exactos)... y unas letras de Marc Twain que ya publiqué en Flickr en junio y que pueden interpretarse como un resumen de nuestra aventura alemana pero también como una declaración de intenciones cara al futuro...

Explore. Dream. Discover.

Twenty years from now you will be more disppointed by the things that you didn't do than by the ones you did do.
So throw off the bowlines.
Sail away from the safe harbor.
Catch the trade winds in your sails.
Explore. Dream. Discover.

Mark Twain


Dentro de veinte años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que sí hiciste.
Así que suelta las amarras.
Navega lejos del puerto seguro.
Atrapa los vientos alisios en tus velas.
Explora. Sueña. Descubre.

Mark Twain

Starnberg

Starnberger See

Starnberger See

Starnberg

Gaviotas

Un día en... Nürnberg

Pensaba dejar esta entrada para después del verano, pero sé que hay alguien que tiene un interés especial en ver las fotos de Nürnberg... Espero que se de por aludida, gracias a ella llegué a Munich con una buena base de alemán que me fue la mar de útil para -entre otras cosas- atreverme a pedir la cuenta en los restaurantes o la carne en el súper...! Eso sí, todavía sudo cuando recuerdo la pila de deberes que nos mandaba... madre mía!! Desde entonces hasta ahora espero que mi alemán haya mejorado, aunque la verdad es que no hay día que no me tire de los pelos... (por la desesperación).

El caso es que llevábamos con la idea de ir a Nürnberg desde navidades, pero por motivos varios no pudo ser (es lo que pasa por dejar las cosas para el último fin de semana antes de las vacaciones de Navidad, te visita un virus inoportuno que te tiene en cama una semana y se fastidiaron los planes!!). Así que, aunque tenemos una cita en diciembre para ver el famoso Christkindlmarkt, la espinita nos la hemos quitado.

Nürnberg es alucinante. Los que me siguen en Instagram (@anaguisado) ya han visto un adelanto. Hablando de Instagram, hago un inciso, además de la tienda en Society6 ahora también tengo una pequeña galería en Instacanvas donde se pueden comprar lienzos de mis fotos de Instagram. He dicho.

Empezamos dando un paseo cerca del río...




¿Es materialmente imposible que sonrían los tres a la vez?¿O que uno no ponga cara de culo?

En el centro aprovechamos para darnos una vuelta por el mercado...



Hubo quien aprovechó una fuente estratégicamente colocada para refrescarse...


Esta vez aprovechamos el día y nos subimos a ver las vistas (valga la redundancia) desde el castillo...


Nos fijamos en cada detalle...

Nürnberg_5

Paramos para descansar, miramos postales e incluso nos hicimos una foto de familia... (la única que tenemos hasta la fecha de los cinco. En casa de herrero...)

20120707_7

Y entonces, Nürnberg se convirtió en uno de nuestros sitios preferidos... aunque... aún nos quedan muuuchos sitios donde ir!

¡Buen fin de semana!