Improvisando que es gerundio: el solsticio de verano y Mindelheim

Mindelheim

Tras un inesperado cambio de planes, este domingo nos encontramos con que, no sólo hacía buen día, sino que no teníamos nada que hacer... El sábado nos habíamos acostado bastante tarde. Fuimos celebrar el solsticio de verano a Ehrwald (Austria), que en realidad estaba previsto para la semana pasada.

Por suerte para nosotros, (el sábado pasado no habríamos podido ir), lo tuvieron que retrasar una semana por la lluvia. Según salíamos de casa, a eso de las 18h, empezó a llover. Por el camino, lo que al principio eran unas gotas, se convirtieron en un aguacero. Y mientras, nosotros nos preguntábamos si merecería la pena hacerse 100 kms para ver unas fogatas bajo la lluvia. Debíamos tener ganas de aventura, así que hicimos nuestra la frase de "ya puestos..." y seguimos adelante.

Conversaciones con Gonzalo

Experimenting

Yo: ¿Qué tal le va a Alexander? (nombre ficticio, hay que preservar la identidad de los menores!)

Gonzalo: Bien. Sus padres están separados. Como a su madre le gusta mucho el McDonald's van casi todos los días, y su padre es rico y está todo el día comprándole cosas.

Yo: pobre, seguro que preferiría que sus padres siguieran juntos.

G: No creas, tiene una vida perfecta.

Plof! Tomo nota!!

La costa de Istria I

Rovinj, Istria, Croatia

Seguimos con nuestro periplo por Istria, visitando esta vez, la costa occidental. Empezamos en Rovinj, el pueblo que aparece en todas las postales, el más turístico, el más fotogénico y a pesar de todo, el de más encanto, y que además está al lado de Pula, si recordáis, nuestro campamento base.

Si cometéis el error de presentados en Rovinj en lo que pensáis que es un día cualquiera, a primera hora de la mañana, precisamente en la semana de la "Red Bull Air Race" y encima resulta que ese día es festivo (¡¡anda que no somos oportunos!!), os pasará como a nosotros, después de recorrer los tres parkings públicos del pueblo nos tuvimos que ir porque ahí no había quien aparcara...

Istria, la perla del Adriático...

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Múnich es una ciudad maravillosa, no me canso de decirlo, peeero tiene dos problemas: uno, que sólo comen cerdo y Haribo, y dos, el dichoso tiempo. "Ya te lo dijimos", estaréis todos pensando, ¡¡¡lo sé!!!, pero no van por ahí los tiros. En invierno esto es más que llevadero, como ya dije aquí, aquí o aquí (y seguro que en más sitios, a riesgo de ser pesada, porque el tiempo es un tema recurrente en este blog).

Aunque llevemos cuatro inviernos aquí, que se dice pronto, la nieve sigue siendo exótica y nos gusta, porque además es fotogénica. Así que no, del frío no me quejo. Me quejo de la lluvia, que cae en cantidades y frecuencias insospechadas. Llega abril, hay un par de días buenos, te emocionas, haces una especie de cambio de armario (porque tú y yo sabemos que aquí el armario nunca se llega a cambiar del todo, en realidad sólo cambias los jerseys de lana por el chubasquero, pero te ilusionas y tal)... Y zas, llega Mayo y te recuerda que estás en Alemania y que aquí nunca hay que bajar la guardia. Puede estar lloviendo días y días. Sin parar. Creo que este mes de mayo hubo un sábado de sol, ¡uno! Y aquí el Jefe decidió aprovechar para cortar el pseudo césped del jardín. Que con tanta lluvia parecía la selva. Y nos quedamos en casa, un día más. (Menos mal que entre semana sí salió el sol).