Sin embargo, los 40 me daban reparo.
Y el día que los cumplí, ya desde bien temprano, como que me cayeron estupendamente. No sé si es que me había pasado los días previos vaciando el trastero (y quitándome varios pesos de encima) o que realmente los 40 son fantásticos, el caso es que me sentaron de maravilla, mucho mejor que los 30.