Mis hijos cenan con agua mineral

Mineral CON gas, que aquí se llama MineralwasserLos adultos no, claro. Y Olivia, de momento, tampoco ha caído rendida a los encantos del gas.

Los domingos desayunan Apfelschorle (zumo rebajado con agua con gas) (cuando les dejo) y Krapfen de mermelada (parecidos a las berlinesas, pero con rellenos variados) o Brezen con mantequilla.

Su plato favorito es el Wienerschnitzel (el filete empanado de toda la vida, pero al estilo vienés, que suena mejor), preferiblemente mit Pommes (o sea, con patatas fritas). Y lo riegan con Spezi, una refrescante bebida consistente en cola mezclada con naranjada que se puede comprar hecha. Sin comentarios.


En su defecto, una Currywurst tampoco está mal. O Leberkäse (pronúnciese Lebakaaas, una especie de salchicha en forma de pan Bimbo que se corta y se fríe. Una auténtica delicatesse, vaya).

Independientemente de a qué hora se hayan levantado, a las 11h están pidiendo la comida y a las 18h la cena. Pero entre medias siguen siendo españoles: las dos comidas, (más la merienda y el desayuno), que no se las quite nadie, si es con primero y segundo, mejor. Ahora que lo pienso, lo de pedir la comida tan temprano no sé si es por el proceso de alemanización, o porque son unas fieras hambrientas a las que más vale comprarles un traje que invitarlas a comer...

Rodrigo contra el Schnitzel
Se jugó 5€ a que se lo terminaba. Perdió con honor. 

Antes de tirar algo a la basura, preguntan en qué cubo lo echan. Aunque Gonzalo ya sabe de sobra que los chicles van al Restmüll y los vasos de yogur al gelber Sack (fue tema de examen en el cole este año).

Ya no cumplen años, ahora tienen cumpleaños.

Ya no saben estar con los zapatos puestos dentro de casa. Ni en el dentista, ni en el pediatra... se los quitan al entrar. Aunque no haga falta.

O
¿Por qué llevar calcetines pudiendo ir descalza? Aunque haga un frío del c....

Ellos no saben lo que es Baviera. Ellos viven en Bayern (pronúnciese Bayaaarn).

Ahora se autodenominan Gontsalo y Godgigo, también cuando hablan en alemán entre ellos, lo cual sucede relativamente a menudo. Y se insultan en alemán y se dejan notas en la casa como esta, de hace unos meses...

Nota

Ya no comen pan, comen Semmel (un panecillo). Y tampoco picos, prefieren el Knäckerbrot (en realidad es que es más fácil de encontrar) o los Grissini, que aunque son italianos, nos hacen el apaño.

Dan la mano para saludar, sea hombre, mujer o niño. Siempre mirando a los ojos. Se han vuelto muy formales estos niños míos...

Rodrigo... ¿o debería decir Godgigo? (esto no sé si contarlo)... el otro día me preguntó, en serio, si podía llevar las sandalias nuevas (unas de tiras que le compré para la piscina)... con calcetines! (por si refrescaba). Creo que mi respuesta se sobreentiende, ¿no? ¿Debería preocuparme? El padre andaba por allí y también salió al quite, él, que en cuestiones de moda infantil raramente opina. Menos mal que en lo importante estamos de acuerdo.

Para colmo, nos hemos hecho con un Trampolin (lo que viene siendo una cama elástica), accesorio que no falta en ningún jardín alemán que se precie...

In the air
Momento histórico: estrenamos trampolin. 

Y Olivia, además de entrar en la guardería al grito de "Deutschland, Deutschland!" y hacerle a su padre dibujos de Manuel Neuer (¿Casillas? ¿Quién es Casillas?), dice que quiere ir de vacaciones a Malogca. ¡Ay madre, estamos creando un monstruo!

Oli
Ella dice que va con Alemania porque ganan, pero que también va con España. 

Eso sí, siguen siendo fieles al Real Madrid, si no serían automáticamente desheredados. Y a la selección española, claro, (y a mucha honra!) Menos mal que cuando nos eliminaron del mundial estábamos de vacaciones a unos cuantos kilómetros, si no más de uno lo habría pasado mal en el cole.   Ahora apoyamos a Alemania, faltaría más!

G
Para cuando se la quitó (una semana después), la camiseta andaba sola. La gorra ya es parte de su anatomía.

Y también son fieles al jamón ibérico...
y a la tortilla de patata...
y al gazpacho y demás delicias de la gastronomía hispana...
y a celebrar su cumpleaños con una piñata...
y al calorcito... (que se está haciendo de rogar este año!)
y a las playas españolas...

Porque por mucho que evolucionemos y nos adaptemos a nuestro país de acogida, no nos olvidamos de donde venimos!

PD. El Schnitzel gigante es de Steinheil 16, en la Steinheilstr. 16 (Maxvorstadt) - Tel 089527488. Un sitio de estudiantes bueno, bonito y barato, al que es recomendable ir con hambre!